Historiadeltraje.com Website Review

Acá les dejamos la clase que comprende los años desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la década de 1950. Durante los primeros años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y hasta la recuperación industrial y económica de las ciudades más afectadas, el traje sigue marcado por el racionamiento de los recursos. El segmento social juvenil comienza a demarcarse como un grupo de consumo con intereses propios, diferenciados de los ad*ltos y los contraculturales que tendrán, sin proponérselo, gran influencia en la moda. fuertemente entre los jóvenes norteamericanos, tanto para varones como para mujeres, al mismo tiempo que el mercado de este país va identificando o modelando a este nuevo grupo diferenciado de potenciales consumidores, hasta llegar a bautizarlo con el nombre de En diciembre de 1944 la revista de actualidad LIFE, destacada por su fotografía periodística, publica un perfil sobre este grupo de de un campo deportivo, vestidas con jeans como protagonistas y factor de diferencia frente a niños o ad*ltos que las rodean. Sus jeans son más bien holgados y de piernas rectas, recogidos en botamangas de diferentes anchos que dejan ver las medias blancas, contrastantes con la oscuridad de un denim bien pulcro, sin desgaste alguno. Completan el conjunto con mocasines o zapatos acordonados de estilo oxford, especialmente dedicada a este creciente público juvenil en la que las marcas de ropa y otros productos dirigidos al segmento adolescente estaba en las pantallas de Hollywood vestido por el clásico cowboy norteamericano montado en su caballo, es en la década del 50 cuando Finalizada la Segunda Guerra Mundial empezamos a reconocer al jean como prenda urbana en personajes de características misteriosas, marginales, conflictivas y hasta peligrosas, y de ahí su fuerza de seducción. Para ampliar este tema publicamos en la sección Apuntes el texto Un siglo de denim estadounidense: “En el período de entreguerras, su vector principal había sido la industria cinematográfica norteamericana, la única